STORYTELLING
“La Herramienta que llegó
para quedarse”
Entrega N° I
“Mis inicios como Vendedora Ninja”
(Si no te gusta leer historias, este lugar no es para ti)
Gabriela Higa
Hoy Novedades Yo Vendedor
presenta una forma interesante de abordar el tema del Storytelling a través de
una Historia que comparte una Emprendedora, simplemente su Historia y a partir
de aquí damos comienzo a una serie de Entregas para poder interpretar esta
poderosa Herramienta y poder aprovecharla.
Hoy me pongo literaria gracias
a un ejercicio de Paula Lesina (*), una Emprendedora
desmesurada que enseña Storytelling para Bloggers
que venden. Me propuse sumarme al reto y tratar de relatar un momento súper
importante de mi vida, con el fin de contarte, a vos también, mi historia como
vendedora.
Trabajé cuatro
años vendiendo en distintos rubros, pero el período que realmente me marcó en
ventas fue el que vas a conocer ahora.
Si no te gustan
las historias, ya sabés. No te obligo.
Si te intriga
saber cómo aprendí a vender a mi manera, quedáte…
GOGO STORY EN 3, 2, 1...
Sólo un mes y
medio había pasado desde que despedí a mi primer novio en su funeral, quien no
sólo era mi compañero de vida, sino también cómplice en mis locas ideas de
emprendedora.
Ahí estaba yo,
respirando hondo, a punto de tener una entrevista de trabajo con el Gerente Comercial
de una gran empresa reconocida por su enfoque en ventas.
Al llegar, se
presenta y me invita a tomar asiento en su escritorio, en donde tenía mi Curriculum
lleno de notas.
Luego de
conversar un rato, me dice:
- Gabriela, encima
de que no parecés una vendedora agresiva, me contás que más adelante querés
emprender tu propio negocio. O sea, que tampoco tenés intenciones de hacer
carrera dentro de la empresa... ¿Por qué tengo que darte la oportunidad
a vos, cuando hay una fila de vendedores dispuestos a dejar todo con tal de
entrar a trabajar con nosotros?
Mientras hacía
fuerza para no vidriar mis ojos de lágrimas, recordando a mi novio decirme que
mi único deber era llegar lejos, le dije la verdad:
- Es cierto. No quiero
hacer carrera con ustedes. Quiero aprender a vender como la mejor, para
mi propio bien. Y el tiempo que esté adentro, voy a hacer lo posible
para facturar lo más que pueda. Si no lo hago, entiendo que no me contratarán
de forma efectiva.
Con todo eso
dicho, tres días después me tomaron para el puesto. El día que recibí ese
llamado, experimenté un llanto de angustia y alegría, imposible de explicar. No
esperaba nada, solamente tratar de seguir adelante.
Empecé a trabajar
en uno de los locales más particulares de la empresa. Estaba ubicado en una
zona "Top" de la ciudad, poco transitada y con muy pocas visitas, es
decir, que no podía darme el lujo de perder ventas. Al que entraba, lo
tenía que cerrar sí o sí, sin excusas.
La presión era muy grande, y por el
contrario, la paciencia que me tenía mi jefe directo era muy, muy escasa.
No pasaron ni dos
semanas, en que exploté y le dije:
- ¡Estoy de
duelo! ¡Todo me cuesta el doble! ¡No puedo vender $30K por día tan fácil como
los demás!
Me respondió algo
tan estúpido ligado a algo tan cierto, que no olvido más:
- Gaby, yo sé lo
que sentís, yo también me separé de mi novia (... ¿perdón? Mi novio
había fallecido, no me había dejado por otra...), pero te digo algo: La
que se lleva la comisión sos vos. La que tiene que salir a vender sin excusas
sos vos. Ni yo, ni tus clientes tienen la culpa de lo que te pasó. Enfríate y
fijáte cómo vas a vender, porque tu período de prueba termina pronto.
Odié tanto a mi
jefe por la irracionalidad de su primera frase, que me cegué y tomé todo el
consejo como si fuera un arma. A partir de ese día, nadie se iba a poner en mi
camino. Lo único que iba a aceptar de parte suya, iba a ser su entrenamiento.
Que únicamente me hablase de ventas, nada más.
Iván, si me estás leyendo... Ese jefe fuiste vos, pedazo de goma. Te
quiero y te odio!
Solamente trabajé
en esa empresa por un año. Renuncié el día en que pude comprobarme a mí misma
que podía vender bajo cualquier condición…
Ahora bien, ¿Qué gané en el tan "sufrido"
proceso?
Aprendí a indagar la necesidad REAL de cada cliente.
Aprendí a nunca aceptar el NO como primera respuesta, sino como décima. Sí,
el récord de contacto fue mayor a nueve.
Aprendí a vender y cerrar contratos por teléfono - no contratos
de telefonía, sino contratos de servicios valuados en más de mil dólares cada
uno.
Aprendí a cerrar ventas cruzadas, ventas corporativas y otras más.
Todo esto lo aprendí sin perder mis valores, y sin la necesidad de
cambiar mi personalidad - cálida e introvertida.
Hoy me dedico a
enseñar estrategias de venta para creativos que odian vender.
Lamentablemente,
los Telemarketers y vendedores agresivos han hecho de la venta, una mala
palabra. Pero la realidad no es esa.
Podés vender de
forma honesta, sin perder tu personalidad.
Si querés que
tu emprendimiento crezca, necesitás saber vender.
No alcanza con
sólo hacer marketing. No es lo mismo.
Necesitás saber vender.
Cambio y fuera.
Firmado: Gabriela Higa (No la conozco
pero me encantó la Historia)
¿Te gustó?, bueno, es un punto de partida para poder entender que el
Storytelling es, “el Arte de contar
Historias”, y que si logras conectar con ello lograrás lo que Paula Lesina (*)proclama,
expresar los Valores de tu Marca, Diferenciar tu Propuesta y Seducir a la
Audiencia para que te elija.
(*) Paula Lesina: Enseña a
Emprendedores y Pequeños Empresarios cómo escribir para Emocionar, Persuadir y
Vender. (No dejes de visitar su Sitio Web www.ladesmesurada.com
Lic. Antonio Ugolini
Yo Vendedor